sábado, 30 de abril de 2011

HE AQUÍ LAS SABIAS PALABRAS DE UN CREYENTE

Para la reflexión de algunos ateos, porque no todos gozan de tal capacidad, me permito transcribir parte de la respuesta que un gran amigo, y a pesar de ello muy inteligente, le dejó a otro que se autodefinía como ateo:
En una ocasión, hace tiempo, en un foro de opinión se suscitó una conversación sobre la existencia de Dios. Un forista ateo me retó a demostrar su existencia (la de Dios) con estas palabras:
“Pues no, la verdad es que no las veo (las pruebas de la existencia de Dios) mediante los sentidos ni encuentro explicación razonable en creer en “algo” que ni veo, ni siento ni nada.
Te noto muy seguro, por lo tanto me gustaría que me explicases razonablemente lo que yo no veo y tu crees que si ves. A mi no me vale eso de “si, no, es asi y punto,…” yo quiero argumentos explicativos y pruebas.
Gracias”.
Esta fue mi respuesta:
En primer lugar, no soy teólogo. Tampoco misionero. Ni siquiera tu consejero espiritual.
Veo por lo que dices que eres de esos que sólo creen en lo que ven. Compartes la fe de esos racionalistas que creen sólo en la verdad científica. Bien.
Por eso, sin duda, creerás en la existencia del átomo (aunque ni tú ni nadie ha podido verlo). Nos dijeron los científicos (y yo les creí, como tú, sin duda) que era la parte indivisible de la materia… hasta que “descubrieron” que no. No, resulta que hay partes más pequeñas. Ya sabes, el electrón, el protón, el neutrón. Que sí, existen y yo lo creo y tú, sin duda, también (aunque nadie los ha visto).
Nos dijeron también, y yo les creí, que esas sí eran las partes más pequeñas de la materia. Pero resulta que no. Resulta que hay otras partículas subatómicas que… bueno, la verdad es que tampoco soy científico y me pierdo (la teoría cuántica me supera, qué le voy a hacer), pero creo lo que me dicen, aunque jamás he visto un fotón.
Tampoco he visto ni tocado la antimateria (eso que existe donde no existe la materia). Pero los científicos me han dicho que su existencia es irrefutable… y yo lo creo.
Tú, sin duda, crees como yo en estas verdades porque son científicas. La verdad, nadie las ha visto jamás; pero los científicos “saben” que existen. Y nosotros, les creemos.
No porque lo hayamos visto, yo ni siquiera lo comprendo.
No porque se haya demostrado empíricamente (comprenderás la dificultad de experimentar con lo inaprensible), sino porque su existencia es “necesaria”.
Es decir, sin su existencia no se explicaría la realidad física, no sería coherente el Universo.
Podemos creer en todas estas “verdades científicas”, que no podemos ver ni tocar, porque explican, justifican, el funcionamiento del Universo.
¿Pero no podemos creer en Dios, siendo Él el principio necesario y justificante del Universo?.
Dices que Dios no ha aparecido y que no hay pruebas de su existencia.
No te basta la prueba irrefutable de la vida, del Universo mismo, cuya existencia sólo se explica y sólo se justifica si hay un Dios.
No te basta el testimonio que nos dejaron aquellos que lo han conocido. Lo que aceptarías en un juicio como prueba (el testimonio de los testigos), lo refutas como inadmisible cuando se trata de dar testimonio de la existencia de Dios.
Sabemos por los que lo presenciaron, que un hombre afirmó ser el Hijo de Dios. Que como prueba de la verdad de su palabra, curaba a los enfermos, expulsaba a los demonios y resucitaba a los muertos. Ellos lo vieron y testificaron. Pero tú, no les crees.
Ese hombre fue torturado y ejecutado porque mantuvo ser lo que decía ser. Se dejó matar clavado en una cruz como testimonio de la verdad de su palabra (para que creyéramos en Él). Los que lo vieron, así lo atestiguan. Pero tú, no les crees.
Aquel hombre, resucitó. Los que lo vieron, dieron fe. Pero tú, no les crees.
Aquel hombre, subió al Padre y prometió volver y dejó entre nosotros al Paráclito (*). Los que lo vieron, dieron fe. Pero tú, no les crees.
Si no crees el testimonio del Hijo clavado en la cruz. Si no te basta el testimonio de los que lo vieron: ¿podré acaso yo convencerte?…
Ni lo pretendo.
Pero tú, has escrito en un foro que Dios no existe. Y eso, amigo, no puede pasar de rositas.
De nada.


Al camarada Deolavide: Gracias por quitarnos trabajo de encima.

¡AMÉN!

*) Para los cortitos, es el Espíritu Santo.