“...Para honra de la Santísima Trinidad, para la
alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo,
con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos,
afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de
toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por
singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de
Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto
debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo
cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido,
sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que
ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de
palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en
su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho”
(Bula “Ineffabilis Deus”, 8 de Diciembre de 1854, Beato Pío IX)
¿Cómo definir a
la Santísima Vírgen?
¿Cómo definir a
nuestra Santísima Madre?
La que está
siempre atenta a cualquier súplica u oración, para interceder por nosotros ante
su Hijo, el Santo de los santos del Altísimo.
La que
continuamente llora e implora ante el Altísimo por nuestras almas y nuestros
débiles cuerpos y voluntades.
He aquí algunas
loas que apenas definen su grandeza y virtud:
“Tabernáculo
exento de profanación y corrupción”
“Digna de Dios,
Inmaculada del Inmaculado, la más completa santidad, perfecta justicia..”
“Fue pura desde
la eternidad, exenta de todo defecto”
“Fue creada en
una condición más sublime y gloriosa que cualquier otra criatura”
“La Santísima
Señora, Madre de Dios, la única pura en alma y cuerpo, la única que excede toda
perfección de pureza, única morada de todas las gracias del más Santo Espíritu
y, por tanto, excediendo toda comparación, incluso con las virtudes angélicas
de pureza y santidad de alma y cuerpo.....Señora santísima, purísima, sin
corrupción, inviolada, prenda inmaculada de Aquél que se revistió con luz y
prenda....flor inmarcesible, púrpura tejida por Dios, la solamente inmaculada”
Santa Madre de
Dios, Santa Virgen de las Vírgenes, Madre de Jesucristo,
Madre de la divina
gracia, Madre purísima, Madre castísima, Madre Virgen,
Madre Incorrupta,
Madre Inmaculada, Madre
Amable, Madre Admirable, Madre del Buen Consejo, Madre del Creador, Madre del
Salvador, Virgen prudentísima, Virgen digna de veneración, Virgen digna de alabanza,
Virgen Poderosa,
Virgen Clemente,
Virgen Fiel,
Espejo de Justicia,
Trono de la eterna
sabiduría, Causa de nuestra alegría, Vaso espiritual, Vaso de honor,
Vaso de insigne
devoción, Rosa Mística, Torre de David, Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la
mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los
Afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas,
Reina de los
Profetas, Reina de los Apóstoles,
Reina de los
Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, Reina de todos los Santos, Reina
concebida sin pecado original, Reina llevada al cielo, Reina del Santo Rosario, Reina
de la Paz, Corredentora, medianera, abogada y Señora de todos
los pueblos y naciones.
¡AMÉN!